viernes, 27 de julio de 2012

Madres que velan por sus hijos





“Madre, te bendigo porque supiste hacer de tu hijo un hombre real y enteramente humano”. (Miguel Ángel Asturias)

Como madres tenemos una gran responsabilidad en la vida: cuidar y preparar a nuestros hijos para ser buenas y felices personas.

Enseñémosles a nuestros hijos a a ser responsables, respetuosos, honestos y generosos… que aprendan a esforzarse para alcanzar objetivos y logros en la vida. Enseñémosles buenos valores.



La crianza de nuestros hijos, es una de las tareas más hermosas,pero es también una de las más delicadas. No existe un manual para enseñarnos a ser buenos padres, cuando nace el niño, tampoco viene con instrucciones que nos indiquen como criarlos, enseñarlos y disciplinarlos.

El niño cambia constantemente, cada etapa es de crecimiento y aprendizaje y somos nosotros los padres los responsables de la formación de sus principios morales, valores familiares que los llevaran con ellos de por vida, somos los padres quienes estamos para protegerlos y guiarlos, darles amor para que aprendan a recibirlo y darlo.

Pero, ¿les enseñamos el valor de las cosas materiales? ¿Controlamos sus gustos y caprichos?

Cuando se es padre se piensa constantemente en darle a nuestros hijos “lo que nosotros no tuvimos”, o eso es lo que utilizamos de excusa cuando alguien nos hace notar que nos estamos excediendo en lo que les damos. Especialmente en lo material, muchos padres tenemos tendencia a darle a nuestros hijos lo que piden por su boca y no lo que se ganan con esfuerzo, buen comportamiento, buenas notas, buenas maneras y con respeto a sus mayores.

En los últimos tiempos, cada día hay más familias en las que ambos padres trabajan y dejan a sus hijos por muchas horas solos o con una persona a la que que asignan para su cuidado. Este fenómeno se da también con un padre o madre soltero/a, la mayoría de veces es la madre, no se puede negar la importancia del tiempo que estamos con nuestros hijos. ¿Pero acaso no es más importante calidad que cantidad?

Algunas veces pensamos erróneamente que debemos “compensar” a nuestros hijos, ya sea por una separación o por el tiempo que les dejamos solos. La madre se sacrifica por darle a los hijos lo que quiere o lo que piden sin pensar que con ello estamos enseñando a nuestros hijos a competir con sus amigos y con la gente menuda de la familia. Competencia que muchas se arrastra por siempre, la tecnología moderna es el arma preferida en la actualidad, el niño que tiene un Nintendo, quiere un celular, más tarde una computadora y que no falte el ipod entre otros, porque es lo que tienen sus amigos, y es lo que los entretiene mientras la madre trabaja largas horas.

Aunque esto no está clasificado como abuso, deberíamos pensar por un momento que sin querer, estamos formando niños posesivos,exigentes y hasta egoístas, cosas que más tarde se pueden volver en contra de la madre, porque el hijo mal criado se cree que tiene todos los derechos de obtener lo que quiere sin poner ningún esfuerzo para ello.

Como madres tenemos la obligación de enseñar a nuestros hijos el “valor del dinero” enseñarlos a que una buena obra, tiene su recompensa mientras un mal comportamiento o el incumplimiento de sus tareas tiene sus consecuencias, algunas de las reglas que podríamos utilizar con nuestros hijos:
Mantén limpia tu habitación, para que al final del año, te hayas ganado el costoso regalo que quieres.
Haz todo tu esfuerzo en pasar bien el año escolar, para que ganes el iPod que tanto deseas.
Me encantaría comprarte ese nuevo juego de Nintendo, pero recuerda que necesito que leas por lo menos una hora diaria.
Si insistes en faltarle el respeto a tus mayores, vas a perder el televisor de tu cuarto.
Termina tus tareas escolares, todos los días y te irás a donde tus abuelos de vacaciones al final de año.
Tienes permiso de salir a jugar con tus amiguitos, si terminas lo que te encomendé.

Con estas y algunas otras reglas le estamos criando a nuestros hijos el concepto de dar y recibir, les estamos enseñando que nada se queda sin recompensa, que todo esfuerzo da sus frutos, sin olvidarnos que el niño nunca es demasiado pequeño como para que no se le pueda enseñar, ni tan grande que no pueda aprender.



No Basta - Franco de Vita
Recordemos madres, que la educación se le transmite al hijo desde el vientre,cuando lo amamantamos, enseñémosles a nuestros hijos, la grandiosidad del amor, enseñémosles el respeto, amor y temor a Dios, transmitámosles la enorme satisfacción del trabajo honesto y tesonero, enseñémosles a ser firmes, sinceros y francos en su palabra. Si como madres cumplimos con la sagrada labor que nos fue encomendada de formar a nuestros hijos, podremos entonces gritar a voz en cuello ¡MISIÓN CUMPLIDA! © Autor: Amanecer Cautiva del Amor.

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