Por Yadira Márquez

El accesorio ideal no es el más caro ni el más bonito, es el que nos queda mejor y eso depende de la forma y el tamaño de nuestra cara.
Reglas de proporción marcan que uno de nuestros ojos debería de caber 5 veces a lo ancho de la cara. No se preocupen, es idealmente, el 90% de las personas puedo suponer que no cumplen con esta regla. La buena noticia es que mediante secretos de imagen, cualquier rostro puede lucir simétrico.
Todas tenemos una cara diferente en cuanto a forma y tamaño y se convierte en algo muy importante a la hora de decidir cuestiones de nuestro arreglo personal tales como accesorios, corte de cabello y maquillaje.
Básicamente la cara suele ser de tres tipos:
- Equilibrada
- Más ancha que larga
- Más larga que ancha
La mayoría de las mujeres deseamos que la cara se nos vea más delgada pero debemos fijarnos en el tamaño y forma de la cara ya que si ésta por naturalidad ya es larga lo único que podemos lograr con el afán de alargarla más es desequilibrarla. En imagen todo se trata de un efecto visual, la idea es tratar de romper las formas originales.
Me he encontrado con clientas que creen que la decisión de ir al salón de belleza tiene que ver sólo con una cuestión de moda, es decir, si hoy es más usado el cabello chino que el lacio pues le piden a la estilista que les haga una base y listo. El problema de esto es que si de por sí la clienta tiene una cara muy redonda y opta por un corte de cabello que sigue el mismo efecto de volumen, el resultado es fatal, una cara más redonda, exagarendo su ancho, luciendo menos simétrica y estética, pues está desproporcionada.
Con el maquillaje la cuestión es similar, el proceso de ponerse rubor en las mejillas parece muy sencillo pero es muy importante saber no sólo aplicarlo sino cómo hacerlo y eso tiene que ver con el tipo de cara que tenemos.
De los accesorios ni hablar, aretes, collares y mascadas también deben elegirse conociendo el rostro que tenemos.
Para esto puedo darte una recomendación sencilla:
Lo primero que tienes que hacer es recogerte el cabello hacia atrás y quitarte los accesorios que puedan confundirte, esto es con el fin de que no haya formas extras en tu cara que hagan un efecto óptico distinto. Una vez realizado esto ponte enfrente de un espejo y sencillamente observa tu cara y catalógala en los tres tipos que mencioné anteriormente.
Por ejemplo:
Si tu cara es más ancha que larga:
Hay que tratar de alargarla. Pon atención a los siguientes consejos:

- Prefiere los aretes largos que cortos.
- Usa formas rectas que permitan alargarla tales como cadenas y rectángulos.
- Prefiere los accesorios que no vayan muy pegados a la oreja sino que cuelguen.
- Utiliza el cabello más largo que corto.
- Si vas a usar un corte de cabello en capas cuida que no sean a la altura ni de los pómulos ni de la barbilla.
- Usa las mascadas como corbatín y no pegadas al cuello.
- Prefiere los cuellos abiertos en V.
Si tu cara es más larga que ancha:
Hay que tratar de balancearla, o sea, hacerla lucir menos alargada:
- Prefiere más los aretes cortos que los largos.
- Usa formas circulares que permitan dar volumen con accesorios como arracadas o perlas.
- Prefiere los accesorios que vayan pegados a la oreja.
- Utiliza el cabello más corto que largo, a menos que sea ondulado o chino.
- Si vas a usar un corte de cabello en capas cuida que empiecen a la altura de los pómulos o de la barbilla.
- Usa las mascadas pegadas al cuello
- Prefiere los cuellos redondos y no muy escotados.
Si tu cara es equilibrada:
- Trata de identificar las formas de la misma, ¿son rectas o curvas?
- Si son curvas trata de romper usando cerca de la cara formas rectas tales como aretes largos, cuadrados, rectangulares y en cadena.
- Si son más bien rectas intenta dar volumen con figuras redondas tales como círculos y flores.
- El tamaño por ser equilibrada puede variar, fíjate en el tamaño de tu cuello.
El tipo de cuello, el peinado y la forma de la ropa también deben elegirse de acuerdo a la forma y la medida de la cara.

El accesorio ideal no es el más caro ni el más bonito, es el que nos queda mejor y eso depende de la forma y el tamaño de nuestra cara.
Reglas de proporción marcan que uno de nuestros ojos debería de caber 5 veces a lo ancho de la cara. No se preocupen, es idealmente, el 90% de las personas puedo suponer que no cumplen con esta regla. La buena noticia es que mediante secretos de imagen, cualquier rostro puede lucir simétrico.
Todas tenemos una cara diferente en cuanto a forma y tamaño y se convierte en algo muy importante a la hora de decidir cuestiones de nuestro arreglo personal tales como accesorios, corte de cabello y maquillaje.
Básicamente la cara suele ser de tres tipos:
- Equilibrada
- Más ancha que larga
- Más larga que ancha
La mayoría de las mujeres deseamos que la cara se nos vea más delgada pero debemos fijarnos en el tamaño y forma de la cara ya que si ésta por naturalidad ya es larga lo único que podemos lograr con el afán de alargarla más es desequilibrarla. En imagen todo se trata de un efecto visual, la idea es tratar de romper las formas originales.
Me he encontrado con clientas que creen que la decisión de ir al salón de belleza tiene que ver sólo con una cuestión de moda, es decir, si hoy es más usado el cabello chino que el lacio pues le piden a la estilista que les haga una base y listo. El problema de esto es que si de por sí la clienta tiene una cara muy redonda y opta por un corte de cabello que sigue el mismo efecto de volumen, el resultado es fatal, una cara más redonda, exagarendo su ancho, luciendo menos simétrica y estética, pues está desproporcionada.
Con el maquillaje la cuestión es similar, el proceso de ponerse rubor en las mejillas parece muy sencillo pero es muy importante saber no sólo aplicarlo sino cómo hacerlo y eso tiene que ver con el tipo de cara que tenemos.
De los accesorios ni hablar, aretes, collares y mascadas también deben elegirse conociendo el rostro que tenemos.
Para esto puedo darte una recomendación sencilla:
Lo primero que tienes que hacer es recogerte el cabello hacia atrás y quitarte los accesorios que puedan confundirte, esto es con el fin de que no haya formas extras en tu cara que hagan un efecto óptico distinto. Una vez realizado esto ponte enfrente de un espejo y sencillamente observa tu cara y catalógala en los tres tipos que mencioné anteriormente.
Por ejemplo:
Si tu cara es más ancha que larga:
Hay que tratar de alargarla. Pon atención a los siguientes consejos:

- Prefiere los aretes largos que cortos.
- Usa formas rectas que permitan alargarla tales como cadenas y rectángulos.
- Prefiere los accesorios que no vayan muy pegados a la oreja sino que cuelguen.
- Utiliza el cabello más largo que corto.
- Si vas a usar un corte de cabello en capas cuida que no sean a la altura ni de los pómulos ni de la barbilla.
- Usa las mascadas como corbatín y no pegadas al cuello.
- Prefiere los cuellos abiertos en V.
Si tu cara es más larga que ancha:

- Prefiere más los aretes cortos que los largos.
- Usa formas circulares que permitan dar volumen con accesorios como arracadas o perlas.
- Prefiere los accesorios que vayan pegados a la oreja.
- Utiliza el cabello más corto que largo, a menos que sea ondulado o chino.
- Si vas a usar un corte de cabello en capas cuida que empiecen a la altura de los pómulos o de la barbilla.
- Usa las mascadas pegadas al cuello
- Prefiere los cuellos redondos y no muy escotados.
Si tu cara es equilibrada:
- Trata de identificar las formas de la misma, ¿son rectas o curvas?
- Si son curvas trata de romper usando cerca de la cara formas rectas tales como aretes largos, cuadrados, rectangulares y en cadena.
- Si son más bien rectas intenta dar volumen con figuras redondas tales como círculos y flores.
- El tamaño por ser equilibrada puede variar, fíjate en el tamaño de tu cuello.
El tipo de cuello, el peinado y la forma de la ropa también deben elegirse de acuerdo a la forma y la medida de la cara.
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